miércoles, 30 de enero de 2019

Cantante y taxista

Cantante trans en la plaza de Pedro Zerolo (Madrid). Fotografía: Marqués de Zas.

He quedado con una mujer desconocida y masoquista en un bar de Madrid.
No he querido darle mi número de teléfono hasta conocerla en persona.
Llega con puntualidad y lo primero que hace es reprocharme mi falta de confianza por no darle mi teléfono.
Su inequívoca condición de mujer transexual llama la atención de los presentes en el local.   
Por su vestimenta se deduce que es una persona desinhibida, exhibicionista y con mal gusto.
Me dice que es taxista y cantante y que ha sido sometida a cirugía de reasignación de género. Es decir, que tiene vagina. Que no puedo penetrarla vaginalmente porque se reserva para el hombre que la enamore.
Termina su discurso con una pregunta:
—¿Qué me vas a hacer?
—Nada —contesto.
Si hubiera sospechado que buscaba un gilipollas, no habría acudido a la cita.

2 comentarios:

  1. Consuélate. Tampoco vas a hacer el gilipollas por teléfono :-)

    ResponderEliminar
  2. la incertidumbre más la curiosidad es lo que tiene, que a veces se encuentra alguien gilipollas ... jaja bueno, segura que lo superaría sin problemas ...

    ResponderEliminar