![]() |
Cantante trans en la plaza de Pedro Zerolo (Madrid). Fotografía: Marqués de Zas. |
He quedado con una mujer desconocida y masoquista en
un bar de Madrid.
No he querido darle mi número de teléfono hasta
conocerla en persona.
Llega con puntualidad y lo primero que hace es
reprocharme mi falta de confianza por no darle mi teléfono.
Su inequívoca condición de mujer transexual llama
la atención de los presentes en el local.
Por su vestimenta se deduce que es una persona desinhibida,
exhibicionista y con mal gusto.
Me dice que es taxista y cantante y que ha sido
sometida a cirugía de reasignación de género. Es decir, que tiene vagina. Que
no puedo penetrarla vaginalmente porque se reserva para el hombre que la
enamore.
Termina su discurso con una pregunta:
—¿Qué me vas a hacer?
—Nada —contesto.
Si hubiera
sospechado que buscaba un gilipollas, no habría acudido a la cita.
Consuélate. Tampoco vas a hacer el gilipollas por teléfono :-)
ResponderEliminarla incertidumbre más la curiosidad es lo que tiene, que a veces se encuentra alguien gilipollas ... jaja bueno, segura que lo superaría sin problemas ...
ResponderEliminar