Autor desconocido |
El 20-N es una fecha muy emblemática para los que
hemos nacido antes del año 1975. Con la muerte del dictador, terminó una época
triste y un tiempo perdido. A partir de entonces, hemos ganado muchas cosas,
libertad sobre todo, pero aún estamos lejos de alcanzar al resto de Europa, y
eso que a los demás tampoco les va muy bien.
Para los que no pudimos hacerlo durante mucho
tiempo; votar es un
enorme placer. Un placer que quise compartir con mi amiga Charo. Nos
presentamos en el colegio, donde estaban las urnas, vestidos elegantemente de
negro. Dentro, mucha gente joven y un cierto aire de tristeza, probablemente por
la seguridad de que iban a ganar los
conservadores, votáramos a quien votáramos.
Pero el gusto no nos lo
iba a quitar nadie, sobre todo a Charo. Me miró con un gesto de complicidad mientras
se ponía a la cola de la mesa electoral. Yo me quedé a su lado esperando a que ella votara. Cuando
le llegó el turno, el jefe de la mesa palpó los sobres para asegurarse que no
contenían nada extraño y se los entregó para que los metiera; uno, en la urna
del Congreso y otro en la del Senado. En el mismo instante que introducía la
primera papeleta por la rendija de la urna, apreté el botón de un mando a distancia que
llevaba en el bolsillo. Ella sonrió con picardía al mismo tiempo que una bala vibradora, que llevaba introducida en la vagina, le producía un intenso placer.
Hice la misma operación cuando metía la otra papeleta con idéntico resultado.
-Que hijo de puta eres, -susurró cuando salíamos del colegio electoral. Será el único gusto que vas a tener en esta legislatura, pensé, mientras le miraba la entrepierna de su pantalón, con mi natural optimismo.
-Que hijo de puta eres, -susurró cuando salíamos del colegio electoral. Será el único gusto que vas a tener en esta legislatura, pensé, mientras le miraba la entrepierna de su pantalón, con mi natural optimismo.
Precioso.
ResponderEliminarNo puedo decir más: divertido y muyyyy profundo
Un poco rácano te veo con tu amiga Marqués de Zas..., "el único gusto", ayssss. Qué tiempos más duros
ResponderEliminarlulla
Ah claro..., que va de recortes. Si es que no me entero.
ResponderEliminarlulla
Un placer tu visita, lulla. Efectivamente, me refería al único gusto entre todos los disgustos, que nos van a dar los cavernícolas con sus recortes.
ResponderEliminarPues esos que estaban con aire de tristeza porque iban a ganar los conservadores, ahora deben estar dando saltos de alegría: Rájoy, que prometía sacar las tijeras como Cospedal, se ha cambiado la chaqueta en cuanto ha podido: el gobierno ha anunciado unas medidas económicas 100% socialista y por si fuera poco, ha aplicado la reforma fiscal que tenía Izquierda Unida en su programa electoral. Mientras los socialistas se han dedicado a dar a manos llenas el dinero de los trabajadores a los bancos mientras esquilmaban las pensiones de nuestros ancianos, los conservadores nada más llegar se han puesto a hacer política de izquierda radical. Con un par.
ResponderEliminarEn éstas elecciones mi voto ha sido, como casi siempre, pepero, pensando en que España necesita un gobierno conservador que no derroche en mandangas y alivie la presión fiscal a la clase obrera, y los muy traidores salen con unas políticas muy a la izquierda de los sociatas. En las próximas elecciones les va a votar su tía la del pueblo (y probablemente todos los electores de extrema izquierda).