Cerámica de Tsang Cheung Shing. |
Los ojos sonríen,
y los labios descorchan
un hambre terrible;
libidinosa.
Las bocas pelean furiosas
y los corazones embisten
los pechos
con rabia.
Sangre, flemas y esputos
fluyen por la garganta,
permitiendo a los suspiros
revolcarse en la hemorragia.
Los dientes rechinan,
con el ruido de los huesos
y las lenguas se devoran
con ansia...,
mientras te beso.
Besos de auténtico licántropo.
ResponderEliminarUn poema intenso para un poeta intenso. Ya sabes que me encantan tus be... -perdón- versos.
Qué original esa pieza de cerámica china.
Esa cerámica es impresionante.
ResponderEliminarY el poema, en fin, muy muy elocuente.
Por ahí arriba te han llamado LOBO...;-)